Encarno tantas contradicciones como si yo misma fuese muchas y una al mismo
tiempo. Me habitan tantos lugares como si yo misma estuviese en todos y en
ninguno al mismo tiempo; como si yo misma fuese la suma de todos los paisajes.
He querido encontrar el sentido de mi ida, pues sin sentido no hay vida que
valga. Lo busco en un libro sin éxito alguno y así me paso a otro, y después otro…
emprendo un viaje y me pierdo en los detalles, en eso que algunos llaman
observar, trato de encontrar la salida, encuentro el sentido, y es la salida a
una autopista, con sentido contrario. Yo me pregunto y me respondo, refuto mis
respuestas, cambio la cuestión y me vuelvo a preguntar.
“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”,
dijo Cortázar. Y yo, libre como soy, gozo de plena casualidad que esta soledad
me obsequia. Yo, soy la pregunta misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario