Los
maestros somos los responsables de la educación en nuestras escuelas, el cambio
cualitativo es asunto de cada una de ellas. Actualmente hay una preocupación
por la calidad, y la función de la educación es crear seres humanos de calidad.
Si bien se han logrado avances significativos al aumentar la matricula,
disminuir el alfabetismo y elevar la escolaridad, esto se ha hecho son avances
consecuentes en términos de calidad, aunado a esto una desigualdad entre países
de América Latina.
Por
educación de calidad se entiende que es el dominio de los códigos culturales
básicos, de valores y actitudes, de resolver problemas y sobre todo, seguir
aprendiendo; sin embargo la educación verdadera es la que ocurre en el interior
de cada salón de clases. La sociedad y el estado nos responsabilizan de los
resultados, pero lo cierto es que no todo depende de la educación, la familia y
el curso de la sociedad vienen a impactar en las escuelas y es por ello que hay
una incongruencia o revueltas por lo que se enseña en la escuela y lo que
realmente ocurre al salir de ésta.
La
calidad de la educación solo podrá mejorarse en forma real, en la medida en que
se genere desde cada plantel, no sólo considerando los objetivos hacia adentro,
sino también hacia afuera. Quien busca una calidad en educación, puede aplicar
la filosofía de la calidad total en sus escuelas, adaptando esos fundamentos e
ideas en la vida escolar. No olvidemos que la escuela es una prestadora de servicios,
en nuestro caso educativo, por lo tanto no se encuentra aislada, pues depende
de un sistema más amplio.
Según
la filosofía es la calidad total, no se trata de hacer grandes cambios, sino de
muchas pequeñas mejoras en todos los procesos, esto es posible tan solo con el
deseo de mejorar, cosa que debe estar presente en todo ser humano; de lo
contrario la falta de calidad representaría un problema social, porque propicia
el cinismo y la frustración colectiva, la simulación de todos contra todos.

Los problemas se resuelven de raíz,
el rezago escolar es para muchos el resultado de que los niños no aprenden, no
ponen de su parte, son débiles mentales, pero no recapacitamos el hecho de que
los maestros hacen poco por entender los problemas que tienen. Un movimiento
hacia la calidad inicia con los problemas cercanos a nosotros. Cada escuela es
única, la escuela típica no existe, la definen quienes en ella trabajan. Para la mejora de la calidad se
comienza con priorizar un problema, identificar sus causas y movilizar el
equipo para atacar de raíz estas causas; para solucionar un problema se
requiere información, la información que la escuela entrega a los niveles de
autoridad superiores sirve para conocer los problemas de la escuela. También
debe saber cómo se encuentran los niveles de aprendizaje de sus alumnos y cómo
evolucionan.
Buscar
la calidad no es más que la satisfacción de nuestros beneficiarios y la mejor
manera de tener en cuenta al beneficiario es hacerlo participar. En educación,
no se puede entender la calidad sin una participación activa de todos ellos. Si
consideramos que la escuela, comunidad y padres de familia pretenden lo mismo,
estaremos de acuerdo en que el trabajo conjunto producirá más y mejores resultados.
Es decir, que a pesar de que todos vemos desde diferentes perspectivas a la
escuela, esperamos lo mismo: educación de calidad.
Bien
lo dijo Sylvia Schmelkes, la escuela está en la comunidad y la comunidad está
en la escuela; la comunidad está en la escuela, porque que el estudiante lleva
sus problemas a las aulas y también está la comunidad en la escuela cuando los
padres de familia se manifiestan adentro con sus expectativas, sus ideas y
exigencias. Las experiencias de vinculación comunidad-escuela han demostrado
que en poco tiempo, los esfuerzos en este sentido comienzan a rendir frutos.
Aprenden los padres, y nosotros, como maestros, nos enriquecemos.
La
calidad también requiere de liderazgo, es fácil identificar un líder, si se
conocen sus características: debe ser alentador, dinámico, objetivo, debe dejar
participar al equipo, sabe delegar funciones, fungir como auténtico líder,
capaz de motivar, facilitar, estimular el proceso de mejoramiento de la
calidad. El director debe ser capaz de desarrollar un plan, y al mismo tiempo
mantener una presión coherente y constante sobre la escuela para que se lleve a
cabo. El móvil fundamental del director, es satisfacer cada vez mejor las
necesidades de los beneficiarios de la escuela.
Conclusiones
El
principal beneficiario de la educación es, sin duda alguna, el alumno. Él es el
receptor de todo esfuerzo educativo, y desde luego, de todo impulso para
mejorar la calidad de la educación. El alumno es el que mejorará
cualitativamente como resultado de procesos educativos mejorados. Este alumno
requiere de dos tipos de servicios por parte de la escuela. Requiere de los
servicios que le permitan irse desarrollando como persona pero también requiere
que esos servicios le resulten útiles para su vida adulta.
El
movimiento hacia una mejor calidad educativa debe partir del propósito de satisfacer
al beneficiario. Para lograrlo, es necesario conocer mejor sus necesidades, sus
expectativas, sus preocupaciones, sus insatisfacciones respecto al servicio que
estamos ofreciendo. Toda organización también tiene beneficiarios internos. En
el caso de la escuela, el ejemplo más claro del beneficiario interno es el
maestro del grado siguiente, que recibirá a los alumnos del grado inmediato
anterior.
La
escuela no puede transformar de un instante la sociedad, pero sí puede
contribuir a que la transformación sea de calidad, que se centre en la calidad
de las personas, y que conduzca a una mejor calidad de vida, porque al final,
la sociedad es beneficiaria también. La escuela debe definir su proceso de
mejoramiento de la calidad priorizando lo que realmente aprenden los alumnos.
En ello se sintetizan los requerimientos de los diversos beneficiarios de la
escuela.
Efectivamente para mejorar un problema general primero debemos
resolver los que están cercanos a nosotros, además no se puede generalizar en
que todas las escuelas tienen los mismos problemas ya que cada una es distinta,
pero pienso que no por eso signifique que se debe crear una forma diferente de
atender a cada escuela lo que se podría hacer es que se puede ir adaptando de
acuerdo con las necesidades de cada institución.
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